En la forma social que nos ha tocado vivir, ocupar cualquier “carguito relevante” nos “promociona socialmente” en el entorno relacionado, sea político, económico, laboral o social.
No quedan exentos de lo anterior los cargos en nuestras Hermandades y Cofradías. Son muchos los actos en que se confraterniza con cargos de otras organizaciones, cristianas, políticas, de prensa, de servicios y de nuestra propia Iglesia Católica y siempre es bueno para la organización que representamos esa fraternal relación con otros colectivos, cristianos o no.
Ocurre, a veces, que las longevidades en los cargos “endiosan” a los que los ocupan y olvidan que están en ellos en representación de un colectivo y no por ser quienes son.
Muchas veces hay hermanos, que con mayor o menor devoción a nuestra Sagrada Imagen Titular, quieren ocupar los cargos por aquella “promoción social”. Sin haber adquirido la adecuada preparacion, con arreglo a las normas de la Iglesia, a la que pertenecemos,para comprender que el cargo ha de ocuparse para servir a la Cofradía o Hermandad y a sus hermanos y que aquellas “relaciones sociales” solo han de servir en función del engrandecimiento de la propia Cofradía.
Muy antigua y por tanto muy experta, nuestra Iglesia Católica limita los mandatos a cuatro años prorrogables a otros cuatro y punto. Como también admite encauzar la fuerte y puntual devoción de algunos hermanos con el cargo de Hermano Mayor durante un año, siempre “ayudado” por la Junta de Gobierno que es quien tiene la última palabra.
Esta reflexión debe servirnos para interpretar las decisiones de algunos Obispados andaluces que exigen cursos más o menos extensos para todos aquellos hermanos que deseen ser candidatos a algún cargo representativo de la Hermandad o Cofradía.
Sería bueno que todos colaboráramos a que nuestra Secretaría de Formación incluyera en su “itinerario” un programa de formación para precandidatos a cargos de la Junta de Gobierno y Hermanos Mayores, donde todos los miembros de una Cofradía pudieran prepararse para optar a serlo.
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